miércoles, 23 de octubre de 2024

Zenda poesía es un polvorín


s/t. Francisco Montero

Ha sucedido en el seno del club de lectura Hablemos de poesía. Vengo picoteando en Zenda poesía para ofrecer textos y autores que nos permitan practicar la lectura inteligente de poemas. Ignoro cuáles sean los criterios de selección de poemas, poetas y reseñas que ofrecen sus colaboradores:  Laura Di Verso, Patricia Crespo, Juan Domingo Aguilar, Manuel Rico, José Luis Díaz Caballero, Javier Mateo Hidalgo, Luis Bravo, Pablo Quintela... pero es una mina para encontrar textos que nos permitan descubrir los vericuetos de las palabras en el poema. Propuse los cinco poemas de Eugenio de Andrade seleccionados por Laura Di Verso. Me sedujo el hecho de que cuatro de ellos estaban traducidos por Aníbal Núñez. No así el poema "El amor" traducido por Alberto Ruy Sánchez y que nos movió el suelo de debajo de los pies. 

Carmen plantea que no entiende el poema "El amor" de Eugenio de Andrade. Que lo que dice es... Duda qué palabra usar para definir ese poema que la desconcierta, que eso no es amor, que parece hacer daño... La perplejidad es general. Incluso Francisco y Juan Antonio tímidamente sugieren que quizá la traducción no se corresponda con el original. Yo misma he apuntado una posible errata en el verbo ¿rodeado o rodeando? que habría que comprobar. Intuyo que la dificultad proviene de la ruptura de las expectativas, que responde a una cierta pátina que se superpone al texto y bloquea la escucha de lo que el poeta intenta transmitir. La poesía alcanza en ese instante su función suprema: romper el engranaje de enmascaramiento cómodo de lo que percibimos como realidad. De pronto, en el poema "El amor", si aplico el código que sobrevuela sobre nuestras cabezas e incorporamos con toda buena intención, el poeta parece haber tomado la senda equivocada. El verso final es un enigma. "Así es el amor: mortal y navegable". Todo el poema parece envolver el amor con cierto sadismo. Y, sin embargo, si salgo de las consignas que moldean la concepción de lo que hemos de considerar amor, entonces el poema se abre como el brocal de un pozo. Hay una realidad más profunda. Un ángulo del amor, del deseo, desde cuerpos que no han perdido la sed, ni el recuerdo del fuego que los habitó, que insisten cuando el amor ya no es. La poesía rompe los automatismos y las trampas para movernos por un territorio sin fisuras y nos descubre el ángulo que guardamos en penumbra. Nos desvela que "Así es el amor: mortal y navegable". 

Me pregunto si el sistema que todo lo digiere, acabará haciendo la digestión de la poesía. Si a fuerza de superproducción, ideologización y banalización de la expresión poética logrará el sistema acallar el grito de ser y las preguntas que siguen sin respuesta. Si esto que es el hombre -grito y pregunta- acabará anestesiado, cotorreante y feliz porque no pueda asumir la incertidumbre de ser y sucumba a la superficialidad ambiente. 

La película Como en un espejo de Ingmar Bergman se cierra con un apunte de esperanza. El amor puede conjurar la locura. ¿Qué tipo de amor? pregunta el joven a su progenitor. Cualquier amor, responde.

 

El amor de Eugenio de Andrade

 

Estoy amándote como el frío

corta los labios.

 

Arrancando la raíz

a lo más diminuto de tus ríos.

 

Inundándote de dagas

de saliva esperma lumbre.

 

Estoy rodeado de agujas

tu boca más vulnerable.

 

Marcando en tus costados

el itinerario de la espuma.

 

Así es el amor: mortal y navegable.

 

https://www.zendalibros.com/5-poemas-eugenio-andrade/

 

O amor

 

Estou a amar-te como o frio

corta os lábios.

A arrancar a raiz

ao mais diminuto dos rios.

A inundar-te de facas,

de saliva esperma lume.

Estou a rodear de agulhas

a boca mais vulnerável.

A marcar sobre os teus flancos

o itinerário da espuma.

Assim é o amor: mortal e navegável.

Eugénio de Andrade, Obscuro dominio. 

De la web Tudo é poema

 




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